martes, 11 de enero de 2011

Y lo que pase después dará igual


Un cielo crepuscular se alzará sobre ellos y sus mejillas se humedecerán a causa de dos lágrimas que se deslizan por ellas de forma atropellada.
El baldío que observarán termina en el horizonte de un manso océano que duerme profundamente .
El Sol se irá y ella le cogerá de una mano mientras susurra frases con un sentido que cree que va ha entender , cuando en realidad lo que quiere es vomitar sus sentimientos en una sola palabra y, tal vez, se de cuenta de que va ha ser imposible.
Lo intentará diciendo: Te quiero. Cree que le va ha impresionar y se autocombencerá de que ambos lo ignoran, que a ninguno le importa. Terminará echándose a llorar del todo y entonces si que le dará igual. La abrazara y la mentirá diciendo que todo va ha ir bien.
Los gruñidos que les llevan acompañando desde el día que se conocieron, y probablemente los que les unieron, vuelven a resonar en las calles. Se irán acercando poco a poco, él sacará un revolver, girará la rueda y se apuntaré a la cabeza. Ella estará ocupada llorando. No disparará y tirará la pistola a la arena. La abrazará mientras los zombees se acercan pausadamente, torpemente, como sus lagrimas antes de romperse a llorar. Y esta vez si que va a decir la verdad: Te quiero. Lo que pase después va a dar igual, lo que importa es lo que siente por ti. Lo demás no va ha importar nada, absolutamente nada

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